Los espectáculos de Pascal Crochet permanecen inimitables, una burbuja, un soplo, una sombra y ya nos encontramos en su trampa. Así es su última creación, De la Belleza. Interroga sin dar respuestas, pero con ligereza, se escucha, del susurro solitario a la amplitud de un coro.
Michèle Friche.
Escenografear un espectáculo tratanto de este tema tan evanescente y tan subjectivo como la belleza : un verdadro desafío. Para afrontarlo, se necesitaba una personalidad capaz de acrodarse con el teatro híbrido que siempre forja Pascal Crochet. Su cuestionamento - humilde y atrevido - de los canones estéticos, del campo infinito de la percepción, de la potencia de la subjectividad, de la fuerza de la duda, encontró, en Alicia Jeannin, una cómplice con un ojo agudo.
Marie Baudet.